La Osteopatía estructural es la rama de la osteopatía que se enfoca en problemas relacionados con el sistema músculo-esquelético, se basa en toda una serie de técnicas cuyo objetivo es restablecer la falta de movilidad en las partes de nuestro cuerpo que la presenten, ya que los seres humanos están diseñados para el movimiento y la ausencia de éste es lo que nos va a provocar la disfunción o problema en nuestro organismo.
La Osteopatía Estructural forma parte de la Osteopatía, la Osteopatía Estructural es la más conocida por los denominados “Trust”, es decir el sonido emitido por las articulaciones cuando se ejecuta una manipulación articular.
Con la Osteopatía Estructural se busca mejorar el estado de la estructura para así poder conseguir la mejora de la función.
La Osteopatía Estructural abarca todas aquellas técnicas que tratan no solamente la columna sino también el sistema musculo-esquelético en su globalidad.
Leyes básicas de la osteopatía estructural
La osteopatía estructural se basa en cuatro leyes básicas:
- La unidad del cuerpo: El hombre es un todo, y querer tratar un síntoma sin mirar al hombre en su globalidad es algo que no tiene sentido. Los síntomas por los que viene a consultarnos el paciente no son, en general, más que consecuencias de un problema generado en otra parte.
- La estructura gobierna la función: El trabajo del osteópata consiste en hacer el diagnóstico en el sentido clásico del término y en el sentido osteopático, para poder devolver a la estructura su movimiento y su función normal.
- El principio de autorregulación del cuerpo: El osteópata, mirando globalmente al sujeto, hace una normalización general del cuerpo para poner en marcha todo el sistema de defensa del individuo.
- La ley de la arteria: todo desarreglo orgánico y visceral proviene de una mala irrigación sanguínea. En este sentido, proporcionar una buena nutrición al órgano es fundamental para restaurar su función.
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